Después de una vendimia manual selectiva, las racimos se refrigeran.
Al día siguiente, pasan por una mesa de selección, para retirar cada grano que no cumpla los criterios de calidad exigidos para la vinificación. Luego los racimos son desgranados y enviados a pequeñas cubas de acero inoxidable para la fermentación en frío.
Cada variedad fermenta por separado a temperaturas estabilizadas entre 25 a 28°C y pasa por diferentes tecnicas de pigeages, délestages y remontajes. Según la variedad, la maceración dura entre 20 y 30 días. El vino sangrado, se extrae de cada cuba para envejecerlo en barrica, variedad por variedad. Únicamente el vino sangrado es utilizado en este ensamblaje.
Envejecido durante 13 meses en barricas de roble francés y, posteriormente, en botella durante 24 meses más.
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